No descubro nada nuevo a nadie si digo que internet se ha convertido en una ventana abierta para que las empresas tengan contacto más directo con sus clientes, pero si hay que incidir en que la mayoría de estas, las empresas, aun menosprecian la figura del Community Manager en su plan de marketing, ignorando la utilidad y beneficios que un buen profesional de este campo les puede ofrecer.
Y es que a día de hoy, muchos relacionan a los Community Managers como meros encargados de responder mensajes en Facebook y Twitter, y la verdad, sus tareas van mucho mas allá de lo que se cree.
En mi caso, además de saber gestionar las redes sociales más importantes (Facebook, Twitter, Google + e incluso Linked In), conozco sus entresijos para conseguir derivar trafico de forma eficaz a los proyectos webs de mis clientes, consiguiendo así mejorar su presencia en la red.
Además de eso, hay que saber cuál es la mejor forma de interactuar con clientes potenciales, y como no, generar contenidos atractivos para que nuestros sites sean lugares de encuentro en los que la gente entra y repita constantemente.
Por si fuera poco, el Community Manager no solo debe entablar contacto con clientes, sino que debe conseguir que empresas afines realicen actividades complementarias, algo que multiplica el eco social, con sus consecuentes beneficios.
No lo dude, si tiene un proyecto, necesita alguien que le aporte contenidos y que sepa mover estos mejor que nadie por la red y el mundo real, y ahí, es donde un buen Community Manager demuestra su valía.
En mi caso, mi experiencia resulta demostrable dentro de mi proyecto “De Fan a Fan”, un site de actualidad cuyas redes sociales albergan más de 6000 usuarios, algo que cualquiera dentro del sector sabe que es difícil de lograr sin pasar por la caja de los amos y señores de las RS.
